Una casa se desmorona, el polvo y la tierra caen de las grietas del
techo, la humedad avanza por las paredes, poco a poco. Una mujer habita la casa, espera. Una madre que intenta comunicarse con su hijo desaparecido. La espera se dilata. Teresa observa, repite frases, busca las sombras en los rincones de la casa. Las imágenes de sus sueños, del pasado en el mar, se funden con su presente. Murmura un poema para sí misma, contempla las olas. Repite las acciones en un ritual íntimo en busca del encuentro con la ausencia de su hijo.